¿Qué tal te va todo? He decidido escribirte esta carta por que me parece una injusticia todo lo que has hecho en tu pasado y de lo que, aún hoy día, no te has hecho cargo. No has pagado por ello, no has pedido perdón,no has admitido nada...y eso no puede quedarse impune, por que jugar con las vidas de las personas no es nada bonito, amigo mío.
Te doy la oportunidad de que saques a la luz todo lo que has hecho antes de que lo haga yo. Sí, lo haré, así que lee atentamente: Si en un plazo máximo de dos días no has dicho la verdad las pruebas que te incriminan y esta misma carta irán a parar a las manos de las que un día fueron tus víctimas. Ellas se encargarán de que pagues por lo que has hecho. No lo han hecho por miedo, por tus amenazas...pero yo les protegeré y les ayudaré.
Empecemos a conocer a tus víctimas.
Víctima número uno:
Sophie. Tenía nueve años cuando la encontraste en el parque y a través de las golosinas te la llevaste a una zona alejada y la violaste, mientras que con tu cinturón la dejabas sin oxígeno. Por suerte, aflojaste antes de tiempo, se te había ido la mano.Le dijiste que como abriera la boca, su mamá moriría. Sophie sigue traumatizada, ya no habla, ya no duerme, ya no come.
Víctima número dos:
Steve. Parque de atracciones, quince años. Le viste indefenso y perdido, le dijiste que le llevarías con sus padres, pero no fue así. Le diste una gran paliza y cuando ya no pudo resistir más, también le violaste, te dio igual que fuera un chico. La amenaza tampoco faltó esta vez y tampoco ha dicho nada hasta hoy.
Víctima número tres:
Marie. La encontraste en una playa a rebosar de gente a la edad de cinco años. Le dijiste que tenías una casa llena de juguetes y la niña, ingenua como son todas a esa edad, se fue contigo.Es cierto que tenías una casa, más bien, una cabaña, donde la ataste y violaste sin piedad.
Víctima número cuatro:
Jean. Es el más grande de todas tus víctimas. Le encontraste en una fiesta en mitad del bosque con dieciséis años. Te llamó tanto la atención su desenvoltura que tuviste que ir a por él. Hasta ahora sólo habías ido a por personas indefensas, pero era hora de cambiar, ¿no? Le dijiste que tenías alcohol muy cerca de allí y que te acompañara, efectivamente, cuando volvió ya no era el mismo.
Víctima número cinco:
Helen. Tenía diez años cuando entró con su padre en el bar que frecuentabas. Impulsado por algo te acercaste a ella cuando su padre fue al servicio. Quizá fue su rebeldía, cómo le hablaba a su padre de aquella manera o sus curvas a tan temprana edad. Diciéndole que eras amigo de tu padre y que la había llevado allí para darle una sorpresa la pobre niña te siguió y te aprovechaste.
Víctima número seis:
Jake. Hijo de tus vecinos. Le pillaste cogiendo una pelota que se le había caído a tu jardín con cuatro años.Te enfadó tanto que decidiste darle una lección, así que, como te conocía le dijiste que entrara a comer galletas.Efectivamente, el único que calmó su ansia de comida fuiste tú.
Bueno, Roger, ya sabes lo que tienes que hacer. Hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario