jueves, 13 de diciembre de 2012

Ayuda.

Me siento mal,
me siento fatal,
siento que me muero
y no lo puedo evitar.
Es una sensación bastante rara,
me hace sentir de otra galaxia
y me muero,
me muero por dentro.

No sé qué hacer para sobrevivir,
seguir o subsistir...
necesito ayuda,
me siento perdida, aturdida...

No sé quién soy
ni donde estoy
pero quiero salir,
volar, huir...
No quiero seguir aquí
ni mucho menos sufrir así,
de una forma tan cruel.

Ayúdame, por favor,
no me dejes en el olvido
que siento mucho dolor
y aún no he vivido
tanto como me gustaría,
quiero disfrutar mi vida.

Necesito que me ayudes
pase lo que pase.









¡Oh, vida!

¡Oh, qué cansado estoy!
¡Qué harto me siento!
Quiero irme hoy
y olvidarme de lo que siento.

¡Oh, vida,
que me amargas cada día
sin darme un sólo respiro
ni ayudarme a conseguir lo que pido!

¡Oh, vida,
qué triste has sido,
que cada situación
ha sido mucho peor que la anterior!

Menuda vida llevo,
menuda vida tengo,
menuda vida espero
y menuda vida deseo.
Tan diferentes
y tan parecidas.
¡Vaya asco de vida!

A ti me entrego
Para quie jueges conmigo.



















Junto a ti.

Te he visto llegar
y no lo he podido evitar.
Te he vuelto a mirar
y no te paro de amar.

Locamente de ti
en su día me enamoré
y aunque no sepa lo que siente por mí
te esperaré.

Te quiero
más que a nada en este mundo,
pero
no descansaré hasta que estemos juntos.

El día en que me beses
quiero que sea especial,
por que ese día
amaré de verdad.

No puedo explicar lo que siento
en una sola canción.
Estoy segura que esto que siento
se llama amor,
me lo dice tu voz
y el propio latido de tu corazón.

Junto a ti quiero amar,
volar, flotar, soñar...
Junto a ti quiero ser feliz...
Junto a ti quiero vivir...








Inocente.

Me llamo Cyrus Johnson Smith, tengo 45 años y hace nueve años que estoy en la cárcel por algo que recuerdo muy poco y que estoy seguro que no he hecho. Me acusaron de violación y asesinato. Os contaré cómo sucedió todo.
Mi supuesta víctima era la hija de mi vecina Loren: Thais. Desde que se mudaron a mi ciudad me he enamorado de Loren pero no hemos llegado a ser algo más que vecinos por el mal trato que Thais tiene hacia mi persona. No le caigo bien aunque haya echo de todo lo posible.
Thais tenía 12 años cuando Loren me pidió que me quedara esa noche con ella por que tenía que trabajar. Como la relación entre la niña y yo no era buena hacíamos todo lo posible para que esa noche pasara cuanto antes pero fue un error que cada uno fuera por su lado.
A eso de las 10 decidí cenar y beberme una botella de vino mientras hacía zapping, ya que no había nada bueno en la tele. Mientras tanto Thais estaba encerrada en su cuarto escuchando música a un volumen considerable. Al terminar de cenar caí en la cuenta de que Thais no había cenado. Me dirigí a la cocina y preparé un tentempié para ella. No había bajado desde hacía un buen rato. Escuché un sonido sordo y lo achaqué a algún ruido exterior. Subí torpemente por las escaleras a causa del vino a darle la cena a Thais.
Toqué la puerta unas tres veces y no me abrió. Lo achaqué al elevado volumen de la música. Lo intenté una cuarta vez y algo más fuerte y al comprobar que no me abría giré el pomo de la puerta y entré diciendo: "Con permiso. Te traigo un tentempié para que cenes algo". Lo que vieron mis ojos en ese momento fue horrible. El plato cayó como consecuencia de mi asombro. Vi a Thais con la cabeza despegada del cuerpo y sus partes más íntimas ensangrentadas. En un intento de asimilar lo que pasaba bajé al salón y abrí una botella de vino detrás de otra. Cuando ya estaba lo suficientemente caldeado por dentro volví a subir y lloré por ella. No sabía lo que había pasado, no sabía quién lo había hecho. Finalmente, me tumbé junto a su cuerpo sin vida y me quedé dormido.
Al despertar, dos policías me apuntaban con sus pistolas pidiéndome por favor que me alejara del cuerpo de Thais e inmediatamente lo recordé todo. Me esposaron y cuando íbamos saliendo vi a Loren llorando y llamándome asesino. En ese momento todo su amor por mí desapareció.
A pesar de demostrar mi inocencia llevo nueve años en la cárcel por algo que no he echo y mañana me dan la libertad. Después de haber respirado el aire puro del mundo pienso buscar a Loren y demostrarle que yo no fui el culpable de la muerte de Thais y que a pesar del tiempo...aún la amo.







viernes, 7 de diciembre de 2012

Soy como soy.

Soy como soy
a pesar de no gustarte.
Soy como soy
a pesar de amarte.
Soy como soy
a pesar de que me hayas dejado.
Soy como soy
a pesar de que te hayas marchado.

Soy como soy
y tendrás que aceptarme.
Soy como soy
y nadie podrá cambiarme.
Soy como soy
a pesar de tu orgullo.
Soy como soy
a pesar de que mi amor no es mutuo.

Soy como soy
sólo por quererte.
Soy como soy
por no tenerte.
Soy como soy
por el loco de tu amor.
Soy como soy
por que no oigo latir mi corázón.

Soy como soy
por que te necesito.
Soy como soy
por que sin ti no respiro.
Soy como soy
por que eres todo lo que tengo.
Soy como soy
por que hieres mis sentimientos.

Soy como soy
así que acéptame.
Soy como soy
así que ámame o déjame.











viernes, 16 de noviembre de 2012

Muerte.

¡Qué cercana te oigo llegar!
¿Quién me iba a decir
que éste era el fin?
No te tengo miedo
por que sé que podré descansar
y olvidarme de todo lo malo
para poder reposar.
Eternamente dormiré
y nunca más despertaré.
¡Oh, amarga vida que me atas
y no me dejas renacer!
Hoy te digo adiós
para nunca más volver.
Tu fiel amiga, compañera
a venido a verme
y me iré con ella
cueste lo que cueste.
Sé que no sentiré dolor,
furia o ardor.
Me iré igual que vine,
abriendo mucho los ojos
y manteniéndome firme.
¡Oh, vida!
¡Qué cruel has sido conmigo!

Duermo para no despertar
y aunque sepa que no volveré a amar
me siento renacer
y por mi cuerpo siento placer.
¡Adiós vida injusta!
¡Muerte!
Llévame lejos,
que mis ojos se cierran
y no quiero verlos.















Quiéreme.

Quiéreme por como soy
no por quien puedo ser.
Quiéreme por lo que te doy
y por lo mucho que puedo florecer.
Quiéreme por mis besos,
caricias y abrazos.
Quiéreme y olvídate del pasado,
atemos lazos.
Quiéreme por lo mucho que sientes
hacia mí.
Quiéreme de una vez
y déjate de sufrir.
Quiéreme por que juntos
haremos un mundo nuevo,
lleno de sentimientos.
Quiéreme por que confío en ti.
Quiéreme por que me deseas.
Quiéreme por que no puedes vivir sin mi.
Quiéreme por que te daré lo que esperas.
No dudes ni un segundo,
sólo quiéreme
y comámonos el mundo.






Dos amores.

Entre dos amores me encuentro.
Uno me ofrece pasión
y el otro deseo.
A ambos los amo por igual
pero no sé cuál de los dos
será capaz de llegarme a amar.
Perdida y aturdida me siento,
no soy capaz de expresar
ninguno de mis sentimientos.
Con uno me siento volar,
me hace sentir que esta vida
no es parte de la realidad,
que hay un mundo mejor
al que los dos podemos escapar.
Con el otro me siento plena, satisfecha
por que me hace sentir cosas
que no había sentido hasta la fecha.
Me hace sentir mujer
recorriendo cada milímetro de mi piel.
¿Con cuál de los dos me quedaré
y a cuál de estos dos grandes amores perderé?








No me has olvidado.

No me has olvidado,
lo noto en cómo me miras.
No me has olvidado
y sé que antes mentías.
No me has olvidado
por que sé que aún me amas.
No me has olvidado
por que me extrañas en tu cama.
No me has olvidado
por que yo te hacía enloquecer.
No me has olvidado
por que no has buscado a ninguna otra mujer.
No me has olvidado
por que no me dejas de pensar.
No me has olvidado
por que en tus sueños me ves volar.
No me has olvidado
por que lo noto en tus palabras.
No me has olvidado
por que aún lloras cuando me hablas.
No me has olvidado
por que no paras de sufrir.
No me has olvidado
por que aún vivo en ti.






jueves, 15 de noviembre de 2012

Juego perverso.

Siento ganas de matar y no puedo controlarme. Deseo sentir la sangre corriendo por mi boca y disfrutar de cada segundo. Nadie puede conmigo. Nadie sabe quién soy en realidad. Nunca he dejado que me vean o que sintieran mi presencia. Actúo cuando menos lo esperan y me excita. Lo hace hasta tal punto que violo a mis víctimas sin importar su sexo. Las devoro y en su último aliento de vida les violo. Les hago míos...parte de mí.
Me siento vivo. Más vivo que nunca. El saber que podré comerme a quien quiera, como quiera y cuando quiera es algo que me hace sentir muy orgulloso y a la vez...poderoso. Tengo derecho sobre todos. Soy su rey y tienen que obedecerme si no quieren morir.
Con algunos, en vez de violarlos y comérmelos sigo otro juego. Otro juego mucho más divertido. Les pongo bajo mis órdenes y si se han portado mal y no han cumplido...reciben su castigo.
Disfruto mucho haciendo todo esto y no lo cambiaría por nada.
Antes me sentía inútil en este mundo lleno de patanes que no saben siquiera sobrevivir por su propia cuenta. Me sentía marginado, aturdido, avergonzado...me sentía una verdadera mierda, pero ahora...ahora soy yo el que manda y el que pone las normas. Ahora es mi mundo. Ahora es mi turno. Ahora soy yo el que hace que toda esta gente viva o muera. Soy yo quien les devuelve las ganas de vivir con tan sólo verme, arrepintiéndose de todo lo malo que han echo y lamentando no haber disfrutado de la vida. Saben de lo que soy capaz. Me encanta esta sensación. Me encanta ser yo y no me importa si tengo que hacer daño o matar a los demás para sentirme así de bien.
Siento un gran placer al ver sus caras contraídas de dolor, llorando y pidiendo clemencia para luego relajar sus músculos y morir. Nadie se apiadó de mí y no lo haré con ellos.
¡Qué vida! ¡Qué feliz soy! Muchos me llamarán asesino, psicópata, violador...pero me da igual por que yo estoy al mando y...a quien no le guste...tampoco le gustará su final por que me encargaré de que sea lento y doloroso. Me encargaré de que su cuerpo quede total y literalmente vació, para luego hacerme un abrigo con su piel, como hacen con los animales.
Seguiré así hasta que me canse y decida empezar otro juego mucho más perverso y peligroso.
Nadie me conoce...y nunca...lo harán.









lunes, 12 de noviembre de 2012

Transformación bipolar: Segunda parte

He perdido la noción del tiempo. No sé cuánto llevo aquí. Estoy exahusto, cansado y aunque parezca difícil de creer, tengo miedo. A lo sumo he estado en este frío y oscuro bosque tres días. Me he comido a todo animal que se ha cruzado delante de mí.
Es increíble cómo te puede cambiar la vida. Un día te levantas siendo estudiante de universidad, con un piso y trabajo a tu cargo y otro eres un monstruo con colmillos, alas, garras y capaz de desgarrar a alguien con sus propias manos. Si le contase mi transformación a alguien dudo realmente que me creyera. ¿Quién va a creerme si digo que cuando llega la noche me transformo en un monstruo, en un ser que sólo piensa en devorar animales y beber su sangre, comer sus órganos?
Quiero y deseo salir de este bosque, regresar a mi casa, sentirme seguro. Lo necesito. He ideado un plan que llevaré a cabo. La única salida que veo para volver a casa es volar cuando sea de noche y controlar aunque sea durante el trayecto a este monstruo que puede conmigo. Doblega mi fuerza y no es capaz de pensar coherentemente, no tiene sentido común.
Falta poco para que anochezca. Mientras tanto lo único que me queda es esperar y pasar como pueda y sobre todo, con mucha calma.



La Luna está en lo más alto del cielo, brillando hermosa como sólo ella puede hacerlo. Me dirijo hacia el lago donde por primera vez y todas las noches desde entonces me transformo. Miro La Luna y seguidamente miro mi reflejo en el agua. Toco el agua y siento como en mi interior se va despertando algo que me avisa de que el monstruo quiere salir, quiere manifestarse. Mi sangre empieza a correr más deprisa por todo el cuerpo y mi piel es de gallina. De mis manos empiezan a salir garras, de mi espalda alas, de mi boca colmillos y mis ojos...ahora son amarillos. Ya está. El monstruo ha echo su aparición.
Antes de llevar a cabo mi plan necesito comer algo para poder aguantar todo el viaje sin cansarme. En lo alto de un árbol observo a un pajarillo con sus pequeñines y sin pensármelo dos veces vuelo hasta el nido y de un solo bocado saboreo a la madre mientras sus hijos me miran asustados. Luego, hago lo mismo con ellos. Me siento mucho mejor.
Comienzo a volar y así anduve toda la noche, no paré ni un sólo segundo hasta que vi el amanecer y decidí parar por que mi monstruo se marcha con la luz del sol. Divisé una colina y allí me quedé descansando durante todo el día.
Al atardecer bajé de la colina y comí unos cuántos frutos de los árboles más cercanos y sin aproximarme mucho hacia el interior, ya que no deseaba que nadie me viera. Cuando La Luna volvió a ponerse emprendí nuevamente mi vuelo y me sentí como nuevo. Ya quedaba menos o eso me parecía a mí para llegar a casa y eso me daba más fuerza.
A las dos o tres horas de andar volando divisé a lo lejos la Estatua de La Libertad y comprendí que ya estaba en casa. Sobrevolé con más rapidez y llegué hasta mi apartamento. Lloré como si fuera un niño pequeño en el día de Reyes y no tuviera regalos. Me sentí, por fín, seguro. Lloré y dormí.


Ya ha pasado una semana desde que he vuelto de ese maldito bosque y por más que me informo y busco respuestas no las encuentro. Sigo con mi trabajo y con mi carrera en la universidad. Y...por las noches...sigo transformándome en esto. En este monstruo, en este otro yo. Sigo alimentándome de animales aunque es difícil no ser visto por las noches aquí, con lo que se me hace más difícil encontrar comida, pero eso no se ha convertido en un problema ya que...a falta de animales...la sangre humana no está tan mal.


Periódico local:
"Se han encontrado muertos varios hombres y mujeres destripados, con arañazos y mordidas. Se encontraron secos literalmente ya que no había ni un solo milímetro de sangre en sus cuerpos. ¿Qué está pasando? ¿Continuará la masacre? ¿Quién o qué es lo que está causando esto? Y...lo peor de todo...¿está entre nosotros?"










sábado, 15 de septiembre de 2012

Viviré mi vida.

Si pudiera decirte hoy
lo bien que estoy,
sin ti,
sin tu amor,
sin tu dolor.
No te tengo rencor,
tampoco siento amor
ni mucho menos dolor.
No te echo nada en cara
aunque me hayas clavado una espada
todo seguirá normal,
ahora viviré de verdad.
Me engañaste,
me utilzaste...
te di mi amor,
todo mi corazón...
tú jugaste con él,
lo tirase y después
lo dejaste todo a  mi merced.
Aunque hoy duela en el alma
tu triste y pobre despedida
saldré adelante
y viviré mi vida.
Mucha gente encontraré
que me haga sentir mujer,
cosa que tú tuviste
y no quisiste.
Hoy te digo adiós
para nunca más
volver a ti, amor.








miércoles, 25 de julio de 2012

¿Vendrás conmigo?

Una sonrisa para decir
lo que no soy capaz,
para que te des cuenta
de lo que hago por amar.
¿De verdad estás dispuesto
a entregar tu corazón
sin ninguna condición?
Piensa bien
lo que deseas hacer,
por que aunque digas no
hoy y siempre
te amaré.
Te deseo y anhelo con locura,
hasta tal punto de llegar a la amargura
y estoy completamente segura
de que no habrá ninguna
que te dé lo que yo,
de que te entregue su corazón.
No lo dudes más y ven conmigo.



domingo, 24 de junio de 2012

La despedida.

Es difícil decir adiós
y dejar atrás un mundo de ilusión.
Es difícil no llorar,
emocionarse o gritar.
Es difícil decir adiós
y que se lleven un pedazito de tu corazón.
Pero juntos hemos salido adelante
con peleas y risas
en una aventura emocionante.
Muchas personas
llenas de experiencia
nos han guiado
y llevado de la mano
a un mundo sin pasado.
Podemos conseguir lo que nos propongamos
por que para ello nos han preparado
y, ¿quién soy yo para deciros
no podéis lograrlo?
Esta historia ha sido maravillosa
llena de espinas y rosas rojas.
Espero volver a veros
para que mi corazón recuerde
de nuevo,
lo mucho que os quiero
y los buenos momentos.










sábado, 2 de junio de 2012

¿Castigo justo?


Grita, llora, patalea y di barbaridades, que por mucho que lo intentes no saldrás de aquí. Soy tu compañero de celda y tu
peor enemigo, por que yo mismo te he metido aquí y por casualidades del destino, o no, nos ha tocado en la misma celda. Tú,
por supuesto, no sabes quién soy ni lo que he hecho pero te enterarás tarde o temprano cuando me veas en el juicio decla-
rando con una sonrisa mi crimen y afirmando ser yo el responsable de los actos que se me acusa.
¿Recuerdas aquel día cuando te dirigías en la autopista a mitad de la noche, medio borracho, con tu esposa e hijo hacia
París? Pues bien. Recuerda que discutías con tu mujer por que te daba la brasa de que siempre te emborrachabas y la deja-
bas en ridículo, ¿cierto? Pues claro que es cierto. En el momento que le gritaste a tu mujer, tu hijo de tres años te dijo:
"Papi, eres malo" y se echó a llorar. ¿Te viene a la memoria esa escena y los llantos de tu hijo, junto a las palabras
de tu mujer tranquilizándole? Tú te reíste y le llamaste nenaza y a tu mujer zorra, inventándote una historia en la cual
ella te ponía los cuernos y tu hijo no era tuyo realmente. Tu esposa lloró de dolor y deseperación. En un ataque de rabia
le gritaste: "¡Cállate ya, joder!". ¿Te suenan esas palabras? En dicho momento yo pasé con mi Mercedes por tu lado y vi
dicha imagen que para mi parecer era grotesca. Decidí dar la vuelta y cogerte de frente, con la intención de matarte por
ser tan hijo de puta y no valorar lo que tienes: una familia.
Muchas personas desean la felicidad y tú que la tenías no supiste valorarla, por eso quise matarte pero mi intento fue
en vano. Al chocar frente a frente los dos coches, hubo una pequeña pero larga explosión debido a los aceites y gasolinas.
Cuando despertaste tu mujer no respondía y tu hijo agonizaba y daba su último suspiro de vida, ¿recuerdas esas imágenes?
Cuando la policía llegó yo ya no estaba en el coche y sólo tenía unas magulladuras, poco graves, algo que se cura con un
botiquín de emergencia. Cogieron la documentación de mi coche y esperé en casa tranquilo a que vinieran a reclamarme.
Supuse que la policía al verte borracho pensaría que fuiste tú en un acto de suicidio múltiple: mujer, hijo y tú. Pero
hubo un cuarto, yo, o al menos creerían que lo lograste. Al hacerme las preguntas dije que los dos habíamos chocado con mi
mera intención de matarte por dichas razones. Con lo cual los dos fuimos acusados, yo por intentar matarle y por el asesi-
nato de dos personas y tú por conducir borracho.
Aún el juicio no se ha celebrado y llevamos unas horas hablando. Me has contado todo lo que ha pasado pero eso yo ya lo sé,
aunque no he querido decirte nada, por supuesto, quería que te cogiera  de lleno.
El día del juicio, cuando declaraste y bajaste del estrado, me llamaron a mí y tú al escuchar mi declaración tu cara se
quedó a cuadros, sobre todo al escuchar estas palabras: "Yo quise matarle y no me arrepiento de todo lo que he hecho".
Creías que era tu mejor amigo y ya ves lo que ha pasado. No sabes en quién puedes confiar y tú te has pasado de listo, no
vuelvas a cometer el mismo error, amigo. Ahora, por un fallo tuyo han pagado tus seres queridos y encima estás en la cár-
cel, ¿te parece poco, colega?



A cualquier precio


Un pequeño pero recurrente dolor de cabeza me atormenta al despertar, para luego convertirse en martillazos que preten-
den deshacerse de mí. No sé dónde me encuentro, todo es extraño, lúgubre, oscuro y frío. No llevo más que un pantalón,
puesto que han poseído todas mis prendas bajo mi inconsciencia. ¿Qué hago aquí? ¿Quién me ha traído? ¿Qué ha pasado, que
no recuerdo nada? En mis brazos encuentro marcas de forcejeo, señales de que luché antes de quedar inconsciente, pero aún
al despejar mi mente a pesar del dolor y recordar, no logro que las imágenes vengan a mi mente.
Me llamo Peter y sigo aquí atrapado. Tengo 20 años y no sé donde me encuentro. Mi familia es pobre pero humilde, no tenemos
muchas posesiones pero sí algo que vale más que el oro: el buen corazón. Mi pueblo es pequeño y todos nos conocemos, nos
saludamos y hablamos como si fueramos familia y compartiéramos la misma mesa noche tras noche. Mis hermanos son menores
que yo, uno tiene 7 y otro 15. Mi madre es una humilde ama de casa y mi padre trabaja en el campo, ganándose la vida como
puede para mantener a su familia. Nos han dado los mejores estudios para que el día de mañana seamos alguien importante y
luchemos por los sueños anhelados que tenemos en mente o incluso que soñamos. Yo quisiera ser juez, dictar las leyes e im-
poner orden a quien realmente lo merece, castigar, por decirlo de alguna manera a aquellos que se atreven a incumplir o
faltar el respeto a los demás. Odio a ese tipo de personas y creo que por una de ellas estoy aquí.
Hace tres días, un amigo de mi padre, en la cantina del pueblo, le contaba cómo maltrataba a su hija por no hacer bien las
tareas del hogar. Yo le respondí que era un cobarde, pues la niña sólo tenía 6 años y toda la vida por delante para apren-
der no lo que él quisiera, si no lo que ella viera adecuado para su futuro. De acuerdo estuvimos en que él es su padre y
tiene que acatar sus órdenes, pero igualmente, él tiene que respetar las de ella, sin violencia, puesto que eso no es una
buena educación y eso no se lo tomó a bien, que digamos.
La disputa terminó en manos. No sé cómo me vi implicado en una pelea sólo por expresar mi opinión, que era correcta. Al
darme cuenta ya estaba en el suelo sangrando por la nariz y mientras unos hombres altos y fuertes agarraban a mi adver-
sario, me gritaba: "No vuelvas a meterte donde no te llaman, ¿de acuerdo, niñato?".
De camino a casa mi padre me contó que yo había hablado bien de dicho tema y no había faltado el respeto a nadie, puesto
que me daba toda la razón y de haber sabido que ese hombre reaccionaría de tal forma, hubiera ceerrado mi piquito de oro,
así me hubiera ahorrado el golpe.
Al cabo de tres días, en el pueblo corre la noticia de que la hija de mi agresor muere, por su culpa, claro está. Su padre
dijo que calló por las escaleras y se mató, pero su madre y las heridas de la misma y las de su hija no decían lo mismo,
sino todo lo contrario. No quise quedarme callado y le denuncié a la policía por abuso de menor, asesinato de la misma
y maltrato hacia la mujer. Los polícías tomaron nota y me fui tranquilo a casa.
Por la mañana del día siguiente, después de que pasara el velatorio y el entierro, la madre de la niña muerta vino a mi
morada en mi busca y sus palabras fueron las siguientes: "Tienes que irte de este pueblo, a otro mcho más lejano, puesto
que mi marido se ha enterado de la denuncia que le has puesto y te anda buscando para matarte y deshacerse de ti. ¡Huye
niño, huye!". Sus palabras, llantos y expresiones me dieron tanto miedo que expliqué dicho relato a mi familia y con un
nudo en garganta y pecho salí de la ciudad a lomos del caballo más ágil que pude encontrar.
Llevaba cuatro días fuera solamente parando las noches para descansar en un sitio alejado, oscuro y seguro donde nadie me
viera. De repente, cuando estaba en mi dulce sueño sentí una sacudida a mis espaldas que me elevaba hacia el aire. A partir
de ahí no recuerdo más, sólo haberme despertado en este lugar sucio, oscuro y feo.
Tengo la sensación de que ha sido ese hombre el que me ha traído aquí sin ningún sustento para dejarme morir de la manera
más cruel que se le ha pasado por la cabeza en su momento de ira, o a lo mejor se le ocurre otra peor, me saca de aquí y
me tortura, ¿quién sabe?
Mi destino va a ser morir. Digo adiós a todos mis sueños, a mis hermanos, a mis padres, a mis amigos, a mi cuerpo. Siento
que me elevo hacia el aire, pero sólo es la sensación de que mi alma deja mi cuerpo para descansar en paz, pero a pesar
de todo muero tranquilo por que he logrado hacer el bien sin importarme el precio que he tenido que pagar.








Amor en la eternidad



Frente a tu olor no sé qué pensar,
frente a tu mirar
me pierdo en un inmenso mar.
Quiero descansar,
reír, llorar,
volar, soñar...
Sentir cosas que no pueda olvidar,
besos y caricias que me hagan flotar
junto a tus sonrisas que me dejan sin respirar.

Amar es cosa de dos,
algo sobre la unión,
respeto y compasión.

Cada día pienso en ti,
en cómo será mi vida si tú no estás aquí
y si algún día seré feliz.

¿Sabrías decirme, amor
cómo apartar de mí el dolor
para poder ser feliz los dos?











Condenada























Sin saber por qué
te colaste en mis sueños,
te hiciste dueño
de mis pensamientos
alejando de mí
todo recuerdo,
ya fuera malo o bueno.

Te volviste autoritario,
nervioso y malhumorado,
me gritabas a diario
y parecías cansado.

No tuve culpa de tus enfados,
insultos,
golpes o arañazos,
solamente pretendía
estar a tu lado.

Demasiado tarde fue cuando reaccioné,
pues mi amor se fue con él
y lo que no es amor, también.

Condenada me tuvo
y aún hoy me retiene,
echando por un tubo
mi situación impotente.

¡Qué dolor tan grande siento
aún estando muerta,
que ni siento ni padezco
esta vida maltrecha!

Sueño recurrente

-¿Por qué estás aquí, Dayane?- me preguntó el psicológo como si fuera amiga suya desde la infancia.
-Por que tengo un sueño que me atormenta por las noches, no me deja descansar y siento terror, pánico, ganas de llorar...
-Recuéstate en la butaca, cierra los ojos y cuéntame lo que pasa en tu sueño como si estuvieras soñando, como si estuvieras
en él- dijo con soltura.
Entonces, olvidando que no le conocía de nada y no le importaba mi vida, por que a fin de cuentas le pagarán igual, empecé
a contar lo que yo llamo "sueño recurrente".
-Verá, sueño que tengo cuatro años y estoy en mi antigua casa, una de esas casas terreras antiguas que parecen cachibaches
en vez de casas. Me deposito en el salón y llegan mis padres. Están separados. Con mi padre nunca tuve confianza, cariño ni
trato, pues ni él me quería ni yo le apreciaba, pues prefería a mi hermana que ha sido siempre su niña mimada. Vamos, se
puede decir que rechazo absoluto por su parte hacia mí, y cuando me di cuenta dolió, pero no tardé en reaccionar y no tomarle
importancia, pues para mí sólo hay un ídolo, que es mi madre, que me ha sacado siempre adelante.
-Tienes una gran admiración a tu madre- dijo sonriendo-, eso es bueno. Sigue contándome el sueño.
-Mis padres están uno en frente del otro y yo en medio, mirándoles cara a cara. De repente se empiezan a insultar y como es
de esperar, es mi padre el que empieza por su borrachera y las mentiras de la gente.
-¿Cómo que las mentiras de la gente?
-Sí, verá, antes mi madre salía por las noches con mi tío a bailar y mi padre llegaba borracho y preguntaba por mi madre,
entonces, mi hermana la mimada, le decía mentiras diciéndole a mi padre que mamá se había ido con otro y le estaba poniendo
los cuernos cuando era totalmente al revés, era él el que se iba de fiesta con sus amigas, las rameras.
-¿Lo que me estás contando, pasó en la realidad Dayane?
-Sí, esa parte del sueño es realidad. Mi padre borracho, mi hermana mimada, mi madre destrozada...
-¿Quieres decir que esa parte del sueño es pura realidad?- dijo apuntando con su puño y letra en un cuadernito pequeño.
-Creo que no me entiende, le he dicho que sí- dije desepserada por su falta de entendimiento.
-De acuerdo, sigue, por favor- dijo sin apartar la vista del cuaderno.
-Bueno, pues cuando empiezan a insultarse lo hacen en un tono normal, pero luego las palabras se reelentizan, o sea,
a cámara lenta y luego se insultan muy rápido, como una canción que se acelera. Yo no sé qué hacer y me pongo a llorar,
pero ellos siguen discutiendo a pesar de que yo estoy llorando y sigo delante de ellos. Me levanto de un sobresalto y me
encuentro sudando y llorando.
-Entiendo perfectamente. ¿Puedo hacerte una pregunta, Dayane?
-Claro que sí.
-¿Tu padre maltrataba a tu madre?
-Sí y mucho- dije temerosa.
-¿Alguna vez has visto pegarle?
-Sólo lo vi una vez y me sirvió para darme cuenta de que le odiaba.
-Tiene toda su lógica, lo comprendo, ¿pero hasta tal punto para odiarle?
-¡Por supuesto!- exclamé indignada- Encima de que no me quería, para él solo existía mi hermana, nunca me hizo caso, encima,
le levanta la mano a mi madre, ¡venga hombre!
-Está bien, vamos a relajarnos. Respira profundamente y suelta el aire por la boca.
Hice caso a regañadientes.
-¿Mejor?- preguntó.
-Sí, creo que sí.
-Cuéntame,¿cómo viste a tu padre levantarle la mano a tu madre?
-Un día como otro cualquiera, teniedo yo cuatro años y estaba con mi hermana y unos amigos de ella. Nos encontrábamos en casa
tan tranquilos cuando de repente mi hermana me saca a la calle con sus amigos y nos quedamos allí tirados. De repente, de mi
casa se oyen los gritos de mi madre y los insultos de mi padre. Mi hermana entra corriendo y a mí me deja fuera con sus
amigos, para que no viera nada. En un descuido de mis "geniales" cuidadores, entré en casa corriendo y me dirigí hacia el
estallido que se acababa de producir- de repente empecé a llorar descontroladamente.
-Con calma, ¿qué vistes?- dijo con una voz dulce y tranquilizadora.
-Vi a mi padre cogiendo por el cuello a mi madre y estampándola contra la pared. Es una imagen que nunca se borrará de mi
mente- dije entre sollozos.
De repente, lo que nunca pensé que haría un desconocido, lo hizo aquel tipo. Se levantó de su silla, dejó su cuaderno y
abrazándome fuerte y dulcemente, me dijo:
-Tranquila, ya no pasarás más por ahí. Me gustaría conocer a tu madre, ¿sigue viva?
-Sí- dije algo más calmada.


sábado, 25 de febrero de 2012

Sentimientos rotos






Hoy no estás aquí
y no paro de llorar,
no te alejes de mí
quiero volver a amar.
Un adiós, una caricia,
un hasta luego y una sonrisa.
Veo que no te afecta mi dolor
pero a mí sí tu perdición.
Ámame, no me dejes caer,
dame una palabra que me haga enloquecer.
Quiero sentir tu cuerpo;
aquí te espero
para volver a besarte,
abrazarte, acariciarte...
Tus caricias me hacían mujer,
hoy siento que no me quieres como ayer,
que todo pasó,
que de mí se olvidó,
no se acordó.
Soy como un vagabundo
voy y vengo sin nungún rumbo.
Si me dijeras de volver
no iría corriendo,
me quedaría viendo el amanecer
y analizando mis sentimientos.

Enséñame a amar.

Quiero pensar que esto no es real
darte un beso y despertar,
soñar que estás junto a mí
que nunca te irás de aquí.
No puedo más
hoy quiero despertar,
imaginar,
soñar y volar.
Junto a ti quiero vivir,
sentir, reír y sufrir.
Poder besar tus labios,
tocar tu cuerpo,
ser sinceros
y volar hacia lo eterno.
Coge mi mano y llévame contigo
quiero que unamos nuestro destino.
Hoy me pongo a pensar
y sé que eres la persona ideal
con quien quiero estar,
y lograr mi felicidad
enseñándonos a amar
Un mundo de ilusión
lleno de amor
en el que reinemos tú y yo.
Bésame fuerte,
lee mi mente
dice que te quiere,
que espera volver a verte.
Tus ojos son destellos
mi vida se va en ellos.