martes, 25 de febrero de 2014

Eterna desgana.

Cada dos pasos que avanzo
uno hace que retroceda,
no puedo más con mi vida
y voy a ciegas.

Caigo a una oscuridad impenetrable,
todo en mí ahora es escalofriante.
No reconozco a nada ni a nadie.

No quiero volver a despertar,
quiero mis ojos cerrar
y olvidarme de que existo,
de que ahí afuera hay algo vivo.

No tengo ganas de nada,
la vida me ha dado la espalda
y me ha abandonado,
de mí se ha aprovechado
y ha jugado.

He pedido ayuda
y no la he encontrado,
hasta he suplicado.

Ya no puedo más,
hoy mi vida
llega a su final
para renacer de nuevo
y olvidarme
de que esto es eterno.

Pretendo ser feliz
y juro que lo voy a conseguir.




No hay comentarios:

Publicar un comentario