a un vacío sin retorno
y no sé cómo parar,
cómo detener
este andén
que no deja de rodar.
Todo me da vueltas
y me mareo,
siento la sangre
hasta en la punta de los dedos.
Me siento confusa y no sé cómo actuar,
mi mirada se nubla más y más.
Caigo y no puedo mirar atrás.
No sé dónde estoy
ni a dónde voy,
sólo sé que parece un sueño,
más bien una pesadilla
para ser concretos.
El andén sigue a toda velocidad,
por más que intento gritar
nadie me oye,
parezco estar sola
en una catástrofe enorme.
Todo son tinieblas
y ya no puedo más,
mis ojos se van a cerrar.
¡Que acabe ya
esta eterna inmensidad!

No hay comentarios:
Publicar un comentario