sábado, 19 de julio de 2014

Negro azabache.

Ya tengo cuatro, sólo me falta la quinta para que todo vaya según lo planeado. Tengo la rubia que cada uno de sus mechones es como el rayo de Sol en mitad de verano, tan caliente...tan ardiente que no puedes resistirte a él. También está la morena, ese color intenso...ese color que te atrapa y te transmite calidez, bienestar, paz, dulzura. Luego está la pelirroja, ese rojo fuego...ese intenso deseo. Te transmite hacer cosas prohibidas, desafíos, retos y no puedes negarte. Cuando te quieres dar cuenta te ha atrapado entre sus garras. La cuarta es la castaña, una mezcla entre el intenso calor del Sol y la paz y tranquilidad que te transmite el moreno. Es una mezcla arrebatadora que te hace girar a su alrededor, olvidándote de todo lo que hay en tu mundo. Ella pasa a ser tu mundo.
La que me falta es mucho más intensa que la morena o incluso que la castaña. Es de un color azabache que te desploma, te hace volar e imaginar cosas que jamás creerías posible en este mundo...y en muchos otros. Tan suave como la seda, tan brillante como un diamante...la necesito para completar la colección...necesito a mi negro azabache.



Querer de hermanos

El destino te puso en mi camino
y desde entonces
hermanos hemos sido.
Risas y llantos
hemos compartido
pero siempre hemos tenido
el apoyo incondicional del otro,
dándolo todo por el bienestar
de nuestro prójimo.
Me imagino aprendiendo lecciones de la vida
que seguramente me dolerán
pero me reconforta el pensar
que mi hermano mayor ahí ha de estar
para aconsejarme,
darme la mano y ayudarme.
Hoy no sé cómo darte las gracias,
nunca me has dado la espalda
y sé que en ti puedo confiar,
nunca me la jugarás.
Espero tenerte a mi lado
durante toda mi vida
por que necesito a alguien
que me ayude a dirigirla.
Siempre deseé un hermano mayor
que me protegiera en lo peor
y hoy tengo al mejor.
Te quiero hermano mayor.




Capaz de comprender

Ojalá estuvieras en mi mente
para saber lo que pienso,
para que supieras lo que anhelo,
lo que deseo y espero.
Ojalá estuvieras en mi corazón
para saber lo que siento,
lo que busco
y lo que quiero.
Ojalá supieras lo que me pasa
cuando tu boca me arrasa,
cuando tus brazos me atrapan
o tus palabras me llaman.
Ojalá algún día seas capaz de comprender
lo que por ti siente todo mi ser,
todo lo que desprendes
sin ni siquiera saber.
Ojalá te detengas a pensar
que para mí eres todo y más
y que sin tu amor
ya no me puedo imaginar.



El tiempo

El universo es eterno
y el mar no tiene fin,
el búho siempre acecha
y el león no deja de rugir.
La luna es inmensa
y el sol me abrasa,
el pájaro canta
y la brisa pasa.
Las hojas caen
y los árboles envejecen,
de las nubes llueve
y se convierte en nieve.
El paso del tiempo
no se detiene
ni ante las cosas inertes,
hasta ellas envejecen
y todos lo padecen.
Volvemos a ser lo que éramos
en un principio,
todo se retorna
a cuando éramos niños.
El tiempo transcurre lentamente
y va dejando huellas en tu mente
hasta que llega el día
en el que de repente
todo ha acabado,
la vida piensa que bastante has disfrutado
y te lleva con ella
a un paraíso de color,
donde nadie jamás
a sentido la desesperación,
la pérdida de un amor,
el dolor de una enfermedad
o la angustia de no poder avanzar.





Bella flor

Ya sea un rojo carmín
o un azul sin fín,
ya sea un rosa pálido
o un amarillo dorado,
ya sea un verde claro
o un naranja apagado
para mí eres una bella flor,
da igual tu color.
Ya sea de terciopelo o rugoso,
ya sea de tela o la piel de un oso,
ya sea de marfil o la crin de un caballo,
me encanta tocar
cada uno de sus retazos.
Ya te dé el resplandor de la luna
o el calor del sol,
ya te dé la lluvia
o un insoportable ciclón,
ya te dé la interminable tormenta
o entres en el bucle de un tifón,
nunca perderás tu esencia ni color,
mi bella flor.



Tú me relajas
como la ráfaga de viento
que me hace olvidar
todos mis pensamientos,
dejándome tranquila,
sintiendo lo bonito de la vida.
Tú me atraes como si fueras un imán
y no puedo escapar,
todo me da vueltas
y me dejo llevar.
Tú me haces temblar
como la gota de agua fría
que te sorprende
y es capaz de congelarte
hasta los dientes.
Tú me acaricias con cada palabra
haciéndome sentir mimada,
haciéndome flotar en este universo,
¿por qué no siento los dedos?
Tú eres mi guerra y mi paz,
mi alteración y mi serenidad.
Eres el único que puede relajarme
como la gota de agua fría
con tan sólo tocarme,
eres el único con el que quiero quedarme.