sábado, 30 de noviembre de 2013

Posesión del mundo.

Estoy pletórica de felicidad,
el mundo por fin
empieza a rodar
y sé su dirección,
hoy tengo el control.

Puedo ser quien quiera,
hacer lo que me apetezca
y sin importarme a quién le molesta.
Voy a disfrutar la vida
sin ninguna excepción.

Se acabó el sufrir,
el llorar y sentir dolor,
ahora sólo quiero reír,
gritar y vivir.

Me toca disfrutar
y lo voy a aprovechar,
bastante he llorado
y sola lo he pasado.

Se acabó el sentirme inferior
que alguien sea mi poseedor,
vivir para que otros se sientan mejor.
Ahora sólo me importo yo
y mi mundo de color.

No todo puede ser perfecto
pero dentro de lo que cabe
debería serlo.
Tengo el don de ver
y sentir,
¿por que tengo que dejarlo ir?

Han aparecido personas importantes
que me parecen seres impresionantes
y gracias a ellos estoy aquí,
les devolveré lo feliz
que me hicieron sentir.

Voy a vivir sin miedo a sufrir.
Sólo soy posesión del mundo,
ese que me vio crecer,
ese que me alimenta con cada amanecer.



Amor indeciso.

Siento cosas inexplicables,
algo que jamás había sentido antes.
No sé cómo tomarme
la reacción de mi cuerpo
al tocarme, acariciarme
o simplemente hablarme.

Tengo miedo por que me la han jugado,
de mí han abusado, reído, aprovechado
pero algo dentro de mí
me dice que no será igual,
que será una historia de verdad.

Tiene todo lo que siempre soñé,
pienso en él hasta en el amanecer,
sí, lo sé,
suena difícil de creer
pero es lo que me sucede.

Le quiero pero no sé qué hacer,
¿me entrego y me dejo enloquecer
o me alejo y olvido el ayer?





lunes, 25 de noviembre de 2013

Gracias a ti.

El destino nos unió,
el tiempo nos encariñó
y el momento surgió.

Te encontré y me encontraste,
fue el momento ideal
para comenzar a amarte.
A partir de ese día
no he dejado de pensarte,
recordarte, anhelarte...
y puedo asegurarte
que nunca lo dejaré de hacer,
siempre te querré.

Tus caricias son como una suave brisa
que recorre mi cuerpo sin cesar,
hace que me estremezca sin parar.
Tus abrazos son muy dulces,
con ellos subo hasta las nubes
y no sé qué más pensar,
sólo sé que de ti no me quiero separar.
Tus palabras son muy sensibles y atrayentes,
cada susurro o piropo es sorprendente.
Tu cuerpo es un manantial para mi boca,
no dejo de degustarlo como una verdadera loca.
Tus ojos son piedras preciosas,
unas perlas seductoras.
Tus labios son de caramelo,
siempre que los veo
me entran ganas de comérmelos.
Tu sonrisa es contagiosa
y a la vez muy peligrosa.

Gracias por todo lo que has hecho por mí,
por hacerme enfadar y reír,
por hacerme llorar y sentir.
Gracias por tus bromas,
esas que a veces me vuelven loca
y me ponen histérica.
Gracias por tus tonterías,
siempre sabes cómo sacarme una sonrisa.
Gracias por tu apoyo,
ese que nunca me ha faltado
cuando he necesitado un hombro.
Gracias por estar a mi lado
y liberar a mi corazón enterrado.
Gracias por tratarme como a una princesa
me hace sentir especial.

Te quiero con tus defectos y virtudes,
eso ni lo dudes.
Por más que venga la tormenta,
para nosotros siempre habrá
una paz en toda esa guerra.

Estaré aquí siempre que me necesites
por que nunca me cansaré de sentirte.
Te levantaré cuando no puedas por ti mismo,
te daré mis abrazos para que sientas alivio,
te regalaré mi hombro para que llores,
para que te deshagas de todos tus dolores.
Quiero verte feliz,
quiero verte sonreír.

Te amo y de nada me arrepiento,
por ti daría hasta mi último aliento.
Eres ideal e indispensable,
eres el hombre con el que quiero casarme.
Quiero darte mi felicidad y mi alegría
quiero darte mi amor y mi vida.

Como puedes ver
eres todo para mí,
la persona que me hace feliz.
No sé qué seré yo para ti
pero...
¿por qué no vienes junto a mí
y comenzamos a vivir
una vida sin fin?



El último amanecer.

No puedo dejar de llorar
al pensar que hoy de mi lado te irás,
para siempre te alejarás.
Mas no me importa,
mi amor por ti no morirá
ni aunque le apleste una roca.

Te amo más que a nada
y sin ti ya no puedo vivir,
eres la razón de mi existir.

Abrázame muy, muy fuerte
y no me sueltes jamás
que tengo miedo
si a mi lado tú no estás.

Cada caricia es un consuelo,
cada palabra un deseo,
cada risa un anhelo
que deseo escuchar una y otra vez,
no me canso de tu forma de ser.

Por mucho que nos quieran separar
no lo lograrán por que tú y yo
nos amamos de verdad.

Déjame besar tus labios por última vez,
ven conmigo y veámos nuestro amanecer.