Me llamo Cyrus Johnson Smith, tengo 45 años y hace nueve años que estoy en la cárcel por algo que recuerdo muy poco y que estoy seguro que no he hecho. Me acusaron de violación y asesinato. Os contaré cómo sucedió todo.
Mi supuesta víctima era la hija de mi vecina Loren: Thais. Desde que se mudaron a mi ciudad me he enamorado de Loren pero no hemos llegado a ser algo más que vecinos por el mal trato que Thais tiene hacia mi persona. No le caigo bien aunque haya echo de todo lo posible.
Thais tenía 12 años cuando Loren me pidió que me quedara esa noche con ella por que tenía que trabajar. Como la relación entre la niña y yo no era buena hacíamos todo lo posible para que esa noche pasara cuanto antes pero fue un error que cada uno fuera por su lado.
A eso de las 10 decidí cenar y beberme una botella de vino mientras hacía zapping, ya que no había nada bueno en la tele. Mientras tanto Thais estaba encerrada en su cuarto escuchando música a un volumen considerable. Al terminar de cenar caí en la cuenta de que Thais no había cenado. Me dirigí a la cocina y preparé un tentempié para ella. No había bajado desde hacía un buen rato. Escuché un sonido sordo y lo achaqué a algún ruido exterior. Subí torpemente por las escaleras a causa del vino a darle la cena a Thais.
Toqué la puerta unas tres veces y no me abrió. Lo achaqué al elevado volumen de la música. Lo intenté una cuarta vez y algo más fuerte y al comprobar que no me abría giré el pomo de la puerta y entré diciendo: "Con permiso. Te traigo un tentempié para que cenes algo". Lo que vieron mis ojos en ese momento fue horrible. El plato cayó como consecuencia de mi asombro. Vi a Thais con la cabeza despegada del cuerpo y sus partes más íntimas ensangrentadas. En un intento de asimilar lo que pasaba bajé al salón y abrí una botella de vino detrás de otra. Cuando ya estaba lo suficientemente caldeado por dentro volví a subir y lloré por ella. No sabía lo que había pasado, no sabía quién lo había hecho. Finalmente, me tumbé junto a su cuerpo sin vida y me quedé dormido.
Al despertar, dos policías me apuntaban con sus pistolas pidiéndome por favor que me alejara del cuerpo de Thais e inmediatamente lo recordé todo. Me esposaron y cuando íbamos saliendo vi a Loren llorando y llamándome asesino. En ese momento todo su amor por mí desapareció.
A pesar de demostrar mi inocencia llevo nueve años en la cárcel por algo que no he echo y mañana me dan la libertad. Después de haber respirado el aire puro del mundo pienso buscar a Loren y demostrarle que yo no fui el culpable de la muerte de Thais y que a pesar del tiempo...aún la amo.